(...) Tengo una propuesta práctica y concreta que hacer. Se pueden nombrar tribunales
y jueces, pero no pueden funcionar sin sheriff ni policías. La Organización de
la Naciones Unidas debe empezar inmediatamente a proveerse de un ejército
internacional… propongo que se invite a todas las potencias y a todos los
Estados a que deleguen un número determinado de sus escuadrones aéreos para el
servicio de la Organización mundial… se podría empezar a escala modesta, para
que creciera a medida que lo hiciera la confianza. Querría haber visto que se
hacía cuando terminó la Primera Guerra Mundial, y confío de todo corazón que se
pueda hacer inmediatamente (...).
Desde Stettin, en el Báltico, a Trieste, en el
Adriático, ha caído sobre el continente un telón de hierro. Tras él se
encuentran todas las capitales de los antiguos Estados de Europa central y
Oriental. Varsovia, Berlín, Praga, Viena, Budapest, Belgrado, Bucarest y Sofía,
todas estas famosas ciudades y sus poblaciones y los países en torno a ellas se
encuentran en lo que debo llamar la esfera soviética, y todos están sometidos,
de una manera u otra, no sólo a la influencia soviética, sino a una altísima y,
en muchos casos, creciente medida de control por parte de Moscú, muy fuertes, y
en algunos casos, cada vez más estrictas (...).
La seguridad del mundo exige una nueva unidad de
Europa, de la que ninguna nación esté excluida de forma permanente. Las guerras
de las que hemos sido testigo o las que ocurrieron en tiempos anteriores,
nacieron de las disputas entre pueblos a los que unen fuertes vínculos… dos
veces Estados Unidos ha tenido que enviar a la guerra al otro lado del Atlántico
a varios millones de sus jóvenes; y hoy la guerra puede sorprender a cualquier
nación de cualquier lugar entre oriente y Occidente. No hay duda de que debemos
trabajar en la pacificación de toda Europa, dentro de la estructura de Naciones
Unidas y de acuerdo con su carta (...).
No creo que la Rusia Soviética desee la guerra. Lo
que quieren son los frutos de la guerra y la expansión indefinida de su poder y
de sus doctrinas. Pero lo que debemos considerar hoy aquí mientras hay tiempo
es la prevención permanente de la guerra y el establecimiento de las
condiciones de liberad y democracias lo antes posible en todos los países… las
dificultades y peligros no desaparecerán porque cerremos los ojos (...).
La última vez vi que se aproximaba todo esto y lo
proclamé a mis paisanos y al mundo, pero nadie prestó atención. Hasta 1933 e
incluso 1935 se hubiera podido salvar a Alemania del terrible destino en que ha
caído y todos nos podríamos haber evitado todas las calamidades que Hitler
permitió que cayeran sobre la Humanidad. Nunca en la historia hubo una guerra
tan fácil de prevenir mediante una acción oportuna como la guerra que acaba de
asolar grandes zonas del globo… pero nadie quiso escuchar, y el terrible
torbellino nos engulló a uno después de otro. Es evidente que no debemos
permitir que vuelva a ocurrir. Y esto sólo se puede conseguir si hoy en 1946, alcanzamos un buen acuerdo con
Rusia en todas las cuestiones bajo la autoridad general de la Organización de
las Naciones Unidas y con el mantenimiento de ese acuerdo a lo largo de muchos
años de paz mediante este instrumento mundial apoyado por todas las fuerzas del
mundo de habla inglesa y todos los países relacionados con él (...).
Texto completo y analisis del mismo: https://historia1imagen.cl/2007/09/11/wiston-churchill-el-telon-de-acero/
Lectura para el debate de la siguiente sesión: http://www.20minutos.es/noticia/1253764/0/corea-del-norte/historia-pais/politica-economia/
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